Ernesto cursó sus estudios primarios en las escuelas públicas San Martín y Santiago de Liniers entre 1937 y 1941. Sus estudios secundarios los realizó entre 1942 y 1946, primero en el Colegio Nacional de Monserrat (cuatro años), terminando el ciclo en el Colegio Nacional Deán Funes, ubicados en la ciudad de Córdoba, donde la familia terminó mudándose en 1943.
El asma determinó en gran medida las características de la infancia de Ernesto Guevara. Los ataques eran constantes y de una severidad tal que lo llevaban incluso a quedar postrado días enteros. Limitó sus posibilidades de ir a la escuela, a la que recién ingresó en 1937 cuando tenía ocho años comenzando en segundo grado. Restringió sus posibilidades de hacer deporte, actividad que le apasionaba y que igualmente practicó aunque muchas veces sus amigos debían cargarlo para volver a su casa. Para combatir el asma estaba sujeto a constantes tratamientos médicos y dietas. Por otro lado su enfermedad lo hizo un extraordinario lector, un gran aficionado al ajedrez y generó en él un fuerte espíritu de disciplina y autocontrol.
En su primera adolescencia Ernesto tuvo preferencia por libros de aventuras, como las luchas de Sandokán, de Emilio Salgari y, sobre todo, los viajes extraordinarios de Julio Verne, entre ellos Cinco semanas en globo, Viaje al centro de la Tierra, De la Tierra a la Luna, Veinte mil leguas de viaje submarino. Años después, estando ya en Cuba pediría que le enviaran sus tres tomos encuadernados en cuero de las obras completas de Verne.
Ernesto Guevara se destacó durante toda su infancia y adolescencia por su rebeldía. Sumamente travieso, con duras discusiones con sus padres y maestros, desaliñado al punto de ser llamado el Chancho Guevara, ejecutando pruebas de gran riesgo personal, de muy mal carácter, muchas veces llegando a los golpes en las discusiones, realizando comentarios provocativos y escandalosos, buscando habitualmente defender la posición contraria de sus interlocutores.
En 1942 Ernesto Guevara inició sus estudios secundarios en la ciudad de Córdoba en el Colegio Deán Funes, ubicado en la esquina de Perú e Independencia, del barrio Pueyrredón. La ciudad de Córdoba, que por entonces contaba con unos 350.000 habitantes, comenzaba a sufrir transformaciones decisivas debido un notable proceso de industrialización por el que fue llamada la Detroit argentina. Cursó sus estudios secundarios en un momento de grandes cambios y transformaciones políticas en la Argentina. Entre 1943 y 1946 habría de surgir el peronismo que contó con un apoyo masivo de la clase obrera e inversamente un rechazo masivo de las clases media y alta. Los estudiantes fueron uno de los grupos que más activamente se movilizaron contra el peronismo naciente, bajo el lema de "no a la dictadura de las alpargatas".
"No tuve preocupaciones sociales en mi adolescencia, ni participé en las luchas políticas o estudiantiles de Argentina".
Los padres de Ernesto y toda su familia, por supuesto, eran abiertamente antiperonistas, como lo era la gran mayoría de la clase media y la clase alta. Ernesto en cambio, nunca parece haber sostenido posiciones antiperonistas. Por el contrario, se sabe que la familia le atribuía sentimientos favorables al peronismo, que les recomendaba a las empleadas domésticas de su casa y de las casas de sus amigos que votaran al peronismo, y que sentía respeto por Perón a quien llamaba «el capo». Años después, ya en plena Revolución Cubana, utilizó una de las palabras favoritas de Eva Perón, «descamisados», para bautizar al grupo de novatos bajo su mando en la guerrilla, y poco antes, al enterarse del golpe militar que derrocó a Perón escribió en una carta a su madre:
Te confieso con toda sinceridad que la caída de Perón me amargó profundamente, no por él, por lo que significaba para toda América, pues mal que te pese y a pesar de la claudicación forzosa de los últimos tiempos, Argentina era el paladín de todos los que pensamos que el enemigo está en el norte.Con respecto al Partido Comunista Argentino, Ernesto rechazó explícita y abiertamente su posición, en tanto «criticaba con dureza su sectarismo».
Simultáneamente en 1945, con 17 años, Ernesto demostró un gran interés por la filosofía y comenzó a escribir su propio diccionario filosófico, mientras descubría la literatura social latinoamericana, con exponentes como Jorge Icaza y Miguel Ángel Asturias.
Un hecho importante se produjo cuando en noviembre de 1943 su mejor amigo, Alberto Granado y otros estudiantes, fueron detenidos por la policía durante una manifestación estudiantil contra el gobierno. Ernesto y Tomás Granado iban a la cárcel a visitar a Alberto a diario. Contra todo lo esperado, cuando se organizó una gran marcha para reclamar la libertad de Alberto y los demás presos políticos, Ernesto no solo se negó a participar, sino que sostuvo que "la marcha era un gesto inútil y que solo conseguirían «que los caguen a palos», y que él solo iría si le daban un revólver".
A fines de 1946 Ernesto terminó sus estudios secundarios. Ese mismo año obtuvo su primer empleo, junto a Alberto Granado, en el laboratorio de la Dirección de Vialidad de la Provincia de Córdoba. Poco después de recibirse fue enviado a la localidad de Villa María, 100 km al sur, a participar durante los siguientes meses en la construcción de un camino.
Poco antes de partir, en Villa María, escribió el poema que se transcribe en el recuadro de la derecha, en el que apela a su fuerza de voluntad para vencer al destino.
Amigos de infancia y adolescencia
Ernesto hizo grandes amigos durante su infancia y adolescencia en Córdoba; dos de ellos se destacaron:- Carlos "Calica" Ferrer. Uno de sus primeros amigos. Lo conoció cuando ambos tenían dos/tres años. Ernesto recién llegaba a Alta Gracia. "Calica" era hijo de un rico médico especialista en enfermedades respiratorias que vivía en Alta Gracia. Uno de sus pacientes era el propio Ernesto. La primera relación sexual de Ernesto fue con la empleada doméstica de la familia Ferrer, arreglado por el propio Calica (sería habitual para él mantener relaciones sexuales con las empleadas domésticas que trabajaban en las casas de sus familiares y amigos). Calica y Ernesto realizaron el Segundo viaje latinoamericano. En 2006 escribió el libro De Ernesto al Che. El segundo y último viaje de Guevara por Latinoamérica.
- Alberto Granado. Hermano mayor de Tomás Granado, este último compañero de clases del colegio secundario de Ernesto, y también amigo. Ambos eran hijos de un trabajador ferroviario. Era seis años mayor que Ernesto, estudiante de Bioquímica y entrenador del equipo de rugby del club Estudiantes en el que Ernesto jugaría. Compartieron el gusto por las mujeres, el rugby, el vino, la literatura y los viajes. Tuvo gran influencia en la elección por Ernesto de la carrera de medicina. Alberto Granado y Ernesto realizaron el Primer viaje latinoamericano, que refleja la película Diarios de motocicleta donde su personaje es interpretado por el actor Rodrigo de la Serna. Luego de la Revolución Cubana se radicó en Cuba. En 1995 escribió el libro Con el Che Guevara. De Córdoba a La Habana.
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